El Diez de Espadas del día a día

En algunas lecturas de tarot ocurre algo curioso, y te lo explicaré con uno de mis ejemplos fantasiosos. Imagina que las cartas de la lectura de adhieren al mantel, y que sin más comienzo a sacudirlo apuntando al suelo, si las cartas formaran pequeños portales verterían sus dibujos y sonidos metálicos golpearían el suelo, serian las espadas, espadas que invaden el 7% de las barajas de mis consultantes, una estadística preocupante cuyo origen no sólo se debe a la crisis mundial, a las deudas o el amor.

Vivimos  cada día a tope con responsabilidades y mil tareas de importancia practica, tales como pagar el alquiler, hacer la compra, estar al día con los servicios, rendir en el trabajo y los estudios, atender la familia etc., pero todo tiende a complicarse más cuando a estas tareas  se les suman problemas de carácter emocional, carencia de afectividad familiar, rupturas de pareja, estrés laboral, presión social y la poca calidad de vida que nos ofrecen las grandes ciudades, entre otras cosas que pueden engrosar la lista. He visto muchas veces el 10 de espadas encabezando muchas lecturas. Parafraseando el significado de esta carta según mi método, el consultante se enfrenta y seguirá enfrentándose a todo tipo de complicaciones y restricciones que pueden afectar su vitalidad corporal y su actitud ante la vida. El mensaje más importante de esta carta radica el punto medio de la misma, en el punto medio del 10 de espadas del tarot de Rider se vislumbra el amanecer más allá de los nubarrones y en el Tarot Medieval de Scapini una mosca ocupa el centro de la carta, presa entre las filosas espadas, -pero con sus alas sanas-. El tarot no te habla de problemas sin mostrarte la solución, no te habla de oscuridad sin anunciarte la luz. Como la vida misma encuentra el camino, como las raíces crecen bordeando las rocas, así puedes ser capaz enfrentar cada obstáculo por muy duro que se presente, la actitud mental ante ellos es el truco para encontrar soluciones o la fuente de la cual nutrirte de la paz y la paciencia necesarias paras aguardar el amanecer y renacer, despertar ante un nuevo día.