martes, 20 de agosto de 2013

Lo que piensan los demás.


Si viviaramos en una isla desierta no creo que nos sentiríamos del todo completos, biológicamente los humanos somos seres gregarios, necesitamos del grupo, necesitamos convivir en manada, salvo algunas excepciones. Prueba de ello, este blog, el facebook, las grandes ciudades, etc, etc, etc. Tenemos implantado un chip que nos dice (conocer gente es sobrevivir), aprendemos patrones de comportamiento, las frases de moda, estilos de vestir, idiomas, hacemos amigos, porque necesitamos que sepan que existimos, hacer contactos, establecer gratas relaciones sociales y amorosas. Aunque muchos no lo acepten, nos importa lo que otros piensan y eso está bien, pero ¿Hasta qué punto eso puede ser sano? 

Apuesto que conoces a la típica persona que es infeliz en su matrimonio desde que se casó pero no se atreve a cambiar porque "¿qué dirá la gente?", conocidos que han sido estigmatizados por sus padres eligiendo carreras desagradables para ellos, gays que siguen en el armario o personalidades extraordinarias reprimidas por estar "fuera de lugar". Este tipo de cosas te pueden estar pasando a ti o a los seres que aprecias y para sanarlo el punto de partida eres tú mism@ y el grado de importancia que le otorgas a la presión social, que evidentemente no es igual en distintas zonas geográficas. Lo que los otros piensan, lo que nosotros pensamos  está estructurado en una complicada base arraigada en la cultura de cada persona. Hagamos un experimento, piensa en algo, en un objeto, que no esté construido con ningún material conocido, de ningún color que conozcas, que huela a algo nunca jamás percibido por el olfato y que tenga una forma tan extraña que nadie logre identificar. Por más fértil que sea tu imaginación necesitamos beber de lo que sabemos para crear algo o interpretar lo que vemos. Lo que otros piensan de ti esta basado en sus creencias, sus propios filtros culturales, religiosos, emocionales y sociales. No permitas que te agredan o limiten dichos filtros, usualmente ásperos y  gruesos, no tienes porqué aceptarlo, no tiene poder sobre ti, ayúdales si puedes y si lo deseas, se compasivo pero no sumis@. Eso que piensan no es tu karma, es el suyo, porque están pensando en sí mismos, y son ellos quienes deben trabajar en su evolución personal. Tu evolución amerita que cumplas tus metas, tus sueños y seas quien quieres ser. 

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